De la botánica hasta la farmacia: historia de la dispensa de medicamentos

Este es un post especial para los amantes del saber: hoy en Farmatrading hablaremos sobre la historia de la dispensa de medicamentos.
Medicamentos antes de que se inventara la escritura
El ruibarbo, el opio y ephedrina sínica eran los componentes más utilizados en países como China, India, Mesopotamia o Egipto. El ruibarbo se usaba como remedio para el estreñimiento y la inflamación del intestino, el opio como analgésico y la ephedrina para el asma, resfriados y gripe.
En aquellos tiempos, la botánica tenía una función prominente y los sabios que conocían las propiedades de las plantas medicinales eran muy respetados.
Mesopotamia
La cultura babilónica-asiria experimentaba en esclavos las dosis idóneas de los medicamentos. Es decir, 4000 a.C ya preparaban medicamentos y eran conscientes de la importancia de la dosificación para reducir los efectos adversos.
Fabricaban pomadas, infusiones, cataplasmas, vinos, enemas, etc. Incluso usaban los excrementos humanos como medio de curación, adelantados a su tiempo, desde luego, porque hoy día es un método con el que se experimenta para curar afecciones del estómago.
Egipto
En Egipto contaban con un dios farmacéutico: Anubis. Según la mitología, Isis cultivaba plantas medicinales y transmitió a sus hijos Horus y Anubis sus conocimientos.
La unión entre salud y religión ha estado presente en casi todas las sociedades y Egipto no podía ser menos. Eran los propios sacerdotes quienes fabricaban y dispensaban los fármacos para el pueblo. Los guardaban en las asi-t, las primeras reboticas con medicamentos.
Los primeros textos sobre medicinas
En cuanto los humanos empezamos a escribir, comenzaron a proliferar textos en los que se transmitía el saber antiguo.
No obstante, en estos momentos de la historia de la dispensa de medicamentos, aún queda muy lejos la figura del farmacéutico como profesión.
La medicina tradicional China
La medicina tradicional China sigue vigente en muchas partes del mundo. En sus inicios estaba vinculada al taoísmo, en ciernes un pensamiento filosófico que trataba de encontrar la inmortalidad gracias a la armonía con la naturaleza y la búsqueda del progreso personal y colectivo.
Durante la dinastía Han se compilan varios textos y surge el primer libro chino sobre plantas, el Shennong Bencao Jing, en el cual se habla de 365 plantas medicinales y de sus usos.
La farmacia Galénica
En Roma y Grecia, desde siglos antes de Cristo, existió un fuerte movimiento relacionado con la medicina racional.
Alcmeón de Crotona, un discípulo de Pitágoras, fue el primero en dictaminar que las funciones psíquicas se encuentran en el cerebro. A raíz de ello, surgieron los primeros tratamientos para la cura de enfermedades mentales y también de la epilepsia.
Fue con Galeno, en el s. II d. C, cuando se dieron las bases técnicas para la preparación de fórmulas farmacéuticas. Todavía no existe la figura del farmacéutico, pero ya aparece la farmacia Galénica y los nombres de los oficios relacionados con la práctica: rizotomos, farmacopolos, picmentarios y los ungüentarios.
Como nota curiosa, las primeras pastillas datan también de esta época y se realizaban con arcilla blanca, el bolus alba, y con sangre de cabra para empastarla.
Avicena, el padre de la farmacología
La fabricación y la dispensa de medicamentos siempre han estado muy ligadas.
Avicena es considerado el padre de la farmacología y también el que deja claro que la medicina y la farmacia son especializaciones diferentes.
Además, compiló y describió detalladamente la forma de administrar los fármacos y la dispensa de medicamentos en la época: papelillos, pastillas, jarabes, polvos, cremas, baños aromáticos, aceites, gotas, laxantes, etc.
La influencia de los árabes
En época antigua, la botánica árabe era muy superior a la existente en el resto del mundo. Los comerciantes, a sabiendas de ello, no tardaron en hacerse con las hierbas y conocimientos que importaron a Europa.
No obstante, no podemos olvidar que los árabes a partir del s.VII sometieron bajo su dominio a gran parte del mundo conocido, y que aprendieron la filosofía y los textos médicos de Hipócrates y Galeno, Platón, Aristóteles y Dioscorides.
El califato de Bagdad se convirtió en el centro de las traducciones médicas, donde trabajaban los más famosos eruditos, como el médico cristiano Abu – Zacarias Jaia Ben Masuiah.
Los médicos adaptaron los métodos científicos provenientes de otros lugares para adaptarlos a sus propios conocimientos, y precisamente fue en Bagdad, en el 754, donde los árabes establecieron las primeras farmacias.
Ya en España, pero dentro del imperio árabe, en Córdoba, se creó otro centro de civilización, que llegó a tener un millón de habitantes y cientos de mezquitas, en cada una de las cuales se instaló una escuela de medicina y fabricación de medicamentos.
La farmacia en la Edad Media
Si bien la Edad Media siempre evoca oscurantismo y fervor religioso, es en este tiempo donde nacieron las primeras farmacias en Europa (hasta entonces solo existentes en Oriente).
La primera farmacia fue creada por los dominicos en el convento de Santa María Novella en Florencia. Fue creada en 1221, pero era solo de uso interno para los frailes y no fue hasta el año 1658 cuando decidieron vender sus elaboraciones al público general.
Aunque si buscamos el primer establecimiento abierto al público, debemos de viajar a Tallin (Estonia), donde en 1422 se construye un laboratorio-farmacia, que vende a toda la zona.
Los monasterios
El elevado coste de mantenimiento provocaba que solo los monasterios más grandes pudieran tener su propia botica.
En nuestro país, en el Camino de Santiago, surgen las primeras farmacias, que suministraban medicamentos a los hospitales benéficos creados para asistir a los peregrinos.
Como podemos comprobar, la historia de la dispensa de medicamentos sigue muy vinculada a la religión.
El cirujano-barbero y sus brebajes (s. XIII)
En la Edad Media no mucha gente sabe que los barberos eran cirujanos, dentistas y se dedicaban a la dispensa de medicamentos.
Los barberos practicaban cirugías, extraían piedras del riñón, limpiaban oídos y formulaban remedios para todo tipo de males, desde la impotencia hasta la calvicie.
Estuvieron en auge principalmente en Inglaterra, aunque existín en toda Europa. Compartieron oficio con cirujanos hasta el siglo XV, cuando se separaron en dos profesiones independientes.
El barbero no cirujano
Los barberos, no obstante, siguieron vendiendo medicamentos durante mucho más tiempo y también extrayendo muelas. Al principio, se les reconocía fácilmente por colgar en sus establecimientos carteles con una mano ensangrentada (vínculo con la cirugía).
No tuvo mucha aceptación esa representación y decidieron cambiarla por un poste rojo sangre y una venda blanca que simula una serpiente. Este es el famoso símbolo de las barberías y cuya serpiente seguramente esté vinculada a la de la farmacia.
Los boticarios de Valencia, los primeros del mundo
Hemos repasado gran parte de la historia de la dispensa de medicamentos y, para acabar, nos gustaría resaltar un hecho histórico relacionado con nuestro país.
Los boticarios pertenecientes al Real Colegio de Boticarios de la Ciudad y Reino de Valencia (fundado en 1441), fueron los primeros del mundo en elaborar medicamentos con los mismos criterios exigidos actualmente en las farmacopeas oficiales. ¿Lo sabías?